EDITORIAL
En unas pocas semanas
de gobierno, el elenco encabezado por Mauricio Macri ha dado claras pruebas de
identidad y ha despejado las dudas y esperanzas que buena parte de
sus votantes habían depositado en él. Bajo el lema de “Pobreza Cero”, se desarrolló una amplia campaña de
propaganda destinada a erradicar la (certera) imagen del ex
contrabandista Macri como un empresario totalmente desvinculado de las causas,
angustias y sentires del pueblo. Una personalidad que poco y nada tenía
para ofrecerles a los humildes que no fuese más pobreza y sacrificio. Su asesor
estrella, Duran Barba, entendió, que en el último tramo de la campaña era
fundamental cambiar esa percepción y se dedico a fabricar un Macri amable,
amigo de los pobres, un tipo que tocaba timbre a los vecinos, tomaba mate
con ellos y compartía sus preocupaciones…Para coronar el giro, inventaron la
consigna de “Pobreza Cero” como eje central de todas sus promesas de campaña.
Así, el macrismo se comprometía, como prioridad central de su gestión, a
combatir la persistente exclusión social que mantiene a un tercio
de los hogares sumergidos en la pobreza o en la misma miseria. Vistos los
resultados electorales, aun en barrios muy humildes, es preciso decir que el ardid
publicitario rindió frutos.
Sin embargo, a dos
meses de su asunción, la consigna parece haberse transformado en “A los pobres,
Cero!” Es que salvo el miserable bono navideño de $ 400 (menos de cuatro kilos
de milanesa) a jubilados que cobran la mínima y a las madres que perciben el
subsidio universal, no ha habido ni una sola medida de las cientos tomadas, ni
un solo decreto de las decenas dictados, ni un solo discurso o anuncio que
tuviera en cuenta las duras condiciones de existencia de millones de pobres,
desocupados, semiempleados, desalojados,
En cambio, los
anuncios destinados a satisfacer las diversas demandas empresariales no cesaron
de repetirse, uno tras otro, durante todas estas semanas. Algunas concesiones
resultaron, directamente, vergonzosas, como la adecuación de Clarín a la Ley de
Medios, la transferencia de 30.000 millones de pesos a la oligarquía
agraria, la cesión del fútbol a Telefe-Telefònica y Canal 13-Clarìn, el
mantenimiento del subsidio a las petroleras, etc., etc.
Para los pobres, eso
sí, ha habido fuertes y claras advertencias de cuál es el limite tolerable de
las protestas y exigencias. Prat Gay, el virtual Ministro de Economía (que ha
recorrido un camino estelar, desde la alcoba de Amalita Fortabat hasta el
besamanos de Davos), ya ha alertado a los trabajadores de que
quienes pidan aumentos de salarios superiores al 25 % deberían empezar a
preocuparse por conservar el laburo. Otras voces de la cleptocracia gobernante
han sido más contundentes: si las paritarias salen de control (o sea: si exigen
aumentos acordes con el desbocado costo de vida!) podrían ser
suspendidas. Por otra parte, una oleada de despidos que parece no tener fin,
tanto en la administración pública como en las empresas privadas, parece ser
parte de una escenografía destinada a arrancar al pueblo una buena tajada de
sus ya escasos ingresos. Finalmente, y por si hace falta, la ex montonera y
actual agente del Mossad,, Patricia Bullrrich, Ministra de Seguridad,
afila los dientes de sus perros gendarmes y prepara un protocolo para controlar
y reprimir las protestas sociales.
“POBREZA
CERO”?, ENTENDIERON MAL,
ERA “PARA LOS POBRES,
CERO”!!!
Es sabido que
toda la estructura del plan macrista se basa en una feroz transferencia
de ingresos desde la clase trabajadora y los humildes a las arcas de los
millonarios. Este es el eje del plan de los peregrinos de Davos. A fines
de enero se conocieron dos índices inflacionarios incuestionables: el de la
Provincia de San Luis y el de CABA. Ambos coinciden en señalar que la inflación
del año pasado, con el atraco feroz de diciembre incluido, ronda el 30 % (para
San Luis fue de 31,6% y para la CABA de 29,6%). Para diciembre pasado, San Luis
le adjudica una inflación del 6,5 y el CABA de 3,9, guarismo ambos que
representan el record inflacionario para un solo mes de los últimos quince
años. No por nada Prat Gay suspendió los indicadores del INDEC!! Por su parte,
la CTA estima que la caída de los salarios, en los dos meses que van de
gestión conservadora, supera el 10 %. El sesgo crudamente empresarial del
gobierno se endurecerá, inevitablemente, a medida que avance el año y las
ilusiones capitalistas sobre una rápida recuperación de la economía se
derrumben. Claro que lo que ellos pretenden es que, mas allá de cómo le
vaya al país, sus bolsillos sigan engordando. Pero las previsiones son de
fuerte viento de frente con grandes tormentas cercanas. El FMI acaba de
anunciar que estima que el PBI de América Latina caerá por segundo
año consecutivo, esta vez casi un 1 % (esto no sucedía desde hace
32 años!) y que la economía argentina seguirá en recesión durante todo 2016. La
crisis internacional está generando zozobra en todos los países emergentes que
estuvieron prendidos a la locomotora china mientras tuvo vapor. Ahora, con el
precio de los commodities en picada (perdieron entre el 30 y el 50 % de su valor
en dos años!) las economías de la región van cuesta abajo. Basta señalar que
solo el año pasado se fugaron de América Latina 200.000 millones de dólares
para entender que, más allá de los discursos vacíos de un presidente que sólo
recogió palmaditas en Davos, la situación económica regional es de
fuerte crisis, el pronóstico es de agravamiento y augura fuertes y
violentos problemas sociales.
Eso sí, para que
nadie diga que Macri incumple su promesa de “POBREZA CERO!”, el INDEC acaba de
anunciar que, hasta mediados de 2017, no habrá mediciones de pobreza, con
lo que, efectivamente, por casi dos años, en la Argentina de los capos mafiosos
y los empresarios garcas, no hay más pobres!!
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Desde ya muchas gracias
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